Tu cocina impecable: cómo limpiar la campana extractora en 5 simples pasos

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Tener una campana extractora limpia y que funcione correctamente es esencial para mantener una cocina sana y sin olores. Con el tiempo, la grasa y la suciedad pueden acumularse en las superficies, reduciendo su rendimiento y provocando olores desagradables.

Afortunadamente, con unos sencillos pasos puedes limpiar fácilmente tu campana extractora y asegurarte de que funciona de forma óptima. En este artículo te ofrecemos una guía paso a paso para limpiar la campana extractora con eficacia y eficiencia.

Paso 1: Prepara el equipo necesario

Antes de empezar el proceso de limpieza, reúne todo el equipo esencial que vas a necesitar. Esto incluye guantes de goma, un limpiador desengrasante, un paño o esponja suave, un cepillo para fregar, un cubo de agua caliente y un paño de microfibra para secar.

Paso 2: Desconectar y proteger

Antes de limpiar, asegúrate de que tu campana extractora está desconectada de la corriente. Esto garantizará tu seguridad durante el proceso de limpieza. También es aconsejable proteger la zona circundante colocando una lámina de plástico o periódicos viejos sobre la placa de cocción y la encimera.

Paso 3: Quitar y remojar los filtros

Muchas campanas extractoras tienen filtros extraíbles que atrapan la grasa y los residuos. Retira con cuidado estos filtros siguiendo las instrucciones de tu campana. Llena el cubo con agua templada y añade unas gotas de lavavajillas o limpiador desengrasante. Sumerge los filtros en el agua jabonosa y déjalos en remojo durante 15-20 minutos. Durante este tiempo, puedes pasar al siguiente paso.

Paso 4: Limpia las superficies exteriores e interiores

Utilizando un paño suave o una esponja y el limpiador desengrasante que hayas elegido, limpia suavemente las superficies exteriores de la campana extractora. Presta especial atención a las zonas grasientas o sucias. Para las manchas más resistentes, utiliza un cepillo de fregar para agitar la suciedad, asegurándote de no dañar el acabado de la campana.

Una vez limpio el exterior, pasa al interior de la campana para limpiar las superficies interiores. Esto incluye las aspas del ventilador, el motor y otros componentes. Ten cuidado al limpiar estas zonas, ya que son delicadas. Asegúrate de que la corriente esté desconectada durante este paso.

Paso 5: Aclarar y secar

Una vez que los filtros hayan estado en remojo el tiempo recomendado, sácalos del agua jabonosa y acláralos bien bajo el grifo. Asegúrate de eliminar todos los restos de detergente y suciedad. Si es necesario, frota suavemente los filtros con las manos o con un cepillo suave. Una vez limpios, coloca los filtros en una toalla o rejilla limpia para que se sequen al aire o utiliza un paño de microfibra para acelerar el proceso.

Mientras esperas a que se sequen los filtros, aprovecha para limpiar las superficies exterior e interior de la campana con un paño limpio y húmedo para eliminar cualquier residuo persistente. Cuando todo esté seco, vuelve a colocar los filtros siguiendo las instrucciones de tu campana.

El mantenimiento y la limpieza periódicos de tu campana extractora son vitales para garantizar un rendimiento óptimo y evitar olores desagradables en tu cocina. Siguiendo estos sencillos pasos y dedicando un poco de tiempo, puedes limpiar fácilmente tu campana extractora y mantener un ambiente fresco e higiénico para cocinar. Acostúmbrate a limpiar la campana al menos una vez al mes, o con más frecuencia si cocinas a menudo o notas algún cambio en su funcionamiento. Recuerda que una campana limpia es una campana feliz

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